Como ya sabéis, el Cairo fue nuestro cuarto destino. Allí estuvimos un dia menos solo para estar otro día más en esta ciudad tan maravillosa. Este quinto destino es New York situado al noreste de los Estados Unidos de América en la región del Atlántico Medio del país, junto a Canada. Es una ciudad muy habitada y visitada. Una ciudad con mucho tráfico. Muy viva e iluminada... y además el mayor centro financiero, comercial e industrial de los Estados Unidos.
En el aeropuerto Internacional el Cairo, nos pidieron el pasaporte. Estuvimos 2h y media pasando por varios controles. Al llegar la hora de salida, es decir, las 9:30 de la mañana, mi compañero y yo estábamos muy ilusionados, por saber que nos íbamos a embarcar en un viaje, que nos iba a llevar a una de las mejores ciudades del mundo.
En el viaje hacia New York nos ofrecieron un estupendo desayuno con cruasanes de chocolate y café con leche, fiambre, fruta y zumos naturales, también nos sirvieron una agradable comida, chuletón de ternera con una salsa muy rara pero muy rica, de postre una tarta de queso para chuparse los dedos, y es que el viaje duró 12 horas, así que llegamos muy cansados. A nuestro lado viajaba una señora mayor que fue todo el camino contándonos historias muy divertidas sobre su vida.
Al llegar a New York nos quedamos sorprendidos de su aeropuerto, llamando John F. Kennedy en memoria del presidente de los Estados Unidos asesinado que tenía el mismo nombre. Es un aeropuerto enorme y en él hay un gran movimiento de personas y equipajes. Nos sorprendió la cantidad de policías que cuidan de la seguridad de los pasajeros.
Para desplazarnos al hotel Radisson Martinique tuvimos que coger un taxi y nos cobró mucho dinero 80$ que son unos 70€ aproximadamente. Una vez en el Hotel salió el portero para abrirnos las puertas del taxi y un mozo a recoger nuestro equipaje con un carrito, nos quedamos sorprendidísimos, claro, que después de pagar 635€ por cuatro noches, es normal que sean tan amables.
Cuando el recepcionista nos entregó la llave de nuestra habitación, caímos rendidos en las camas y no deshicimos ni el equipaje.
A la mañana siguiente nos fuimos a visitar la Estatua de la Libertad, Empire State, Central Park, Museo Metropolitano del Arte y Times Square. Sólo nos dio tiempo para ver la Estatua de la Libertad, Empere State y Central Park. Para llegar hasta la Estatua de la Libertad tuvimos que coger un barco turístico y una vez allí subimos hasta la corona de la estatua. Nos impresionó mucho lo grande que era esta estatua, sin embargo, en las fotos parece más pequeña. No sólo nos sorprendió esto sino la cantidad de gente que la visita a diario.
Después de visitar este gran monumento nos dirigimos al emblemático rascacielos que es el Empire State, situado en la intersección de la Quinta Avenida y West 34th Street. En él se han rodado varias películas de cine como por ejemplo la película romántica "Algo para Recordar". Allí comimos en un magnífico restaurante donde nos sirvieron una hamburguesa de doble piso que estaba riquísima..
Para finalizar el día nos fuimos a Central Park para pasar la tarde libre y relajados, allí va la gente con su mascotas para pasear, otros hacen deporte y otros juegan con su hijos.
Al día siguiente decimos ir a ver el resto de monumentos pero desgraciadamente mi compañero se levantó con unas décimas de fiebre y decidimos no salir a la calle, pero aprovechamos par ver películas rodadas en New York y nos lo pasamos bastante bien.
El tercer día mi compañero estaba recuperado y por fin pudimos visitar el Museo Metropolitano del arte y el Times Square que es un lugar lleno de teatros, auditorios, hoteles y restaurantes de lujo. Además está muy iluminado y con pantallas gigantes donde no paran de salir publicidad.
El Museo cuenta con más de dos millones de obras de todo el mundo por lo que es imposible visitarlo en un sólo día. Allí vimos obras de Picasso y Velázquez entre otros artistas españoles pero también hay pintura y escultura estadounidense, arte africano, arte islámico, arte egipcio y una gran variedad que se necesitaría una semana al menos para poder terminar de verlo.
El último día nos sirvió para preparar las maletas y volver a coger un vuelo en el aeropuerto internacional John F. Kennedy con destino a nuestro país, España.
En el aeropuerto Internacional el Cairo, nos pidieron el pasaporte. Estuvimos 2h y media pasando por varios controles. Al llegar la hora de salida, es decir, las 9:30 de la mañana, mi compañero y yo estábamos muy ilusionados, por saber que nos íbamos a embarcar en un viaje, que nos iba a llevar a una de las mejores ciudades del mundo.
En el viaje hacia New York nos ofrecieron un estupendo desayuno con cruasanes de chocolate y café con leche, fiambre, fruta y zumos naturales, también nos sirvieron una agradable comida, chuletón de ternera con una salsa muy rara pero muy rica, de postre una tarta de queso para chuparse los dedos, y es que el viaje duró 12 horas, así que llegamos muy cansados. A nuestro lado viajaba una señora mayor que fue todo el camino contándonos historias muy divertidas sobre su vida.
Al llegar a New York nos quedamos sorprendidos de su aeropuerto, llamando John F. Kennedy en memoria del presidente de los Estados Unidos asesinado que tenía el mismo nombre. Es un aeropuerto enorme y en él hay un gran movimiento de personas y equipajes. Nos sorprendió la cantidad de policías que cuidan de la seguridad de los pasajeros.
Para desplazarnos al hotel Radisson Martinique tuvimos que coger un taxi y nos cobró mucho dinero 80$ que son unos 70€ aproximadamente. Una vez en el Hotel salió el portero para abrirnos las puertas del taxi y un mozo a recoger nuestro equipaje con un carrito, nos quedamos sorprendidísimos, claro, que después de pagar 635€ por cuatro noches, es normal que sean tan amables.
Cuando el recepcionista nos entregó la llave de nuestra habitación, caímos rendidos en las camas y no deshicimos ni el equipaje.
A la mañana siguiente nos fuimos a visitar la Estatua de la Libertad, Empire State, Central Park, Museo Metropolitano del Arte y Times Square. Sólo nos dio tiempo para ver la Estatua de la Libertad, Empere State y Central Park. Para llegar hasta la Estatua de la Libertad tuvimos que coger un barco turístico y una vez allí subimos hasta la corona de la estatua. Nos impresionó mucho lo grande que era esta estatua, sin embargo, en las fotos parece más pequeña. No sólo nos sorprendió esto sino la cantidad de gente que la visita a diario.
Después de visitar este gran monumento nos dirigimos al emblemático rascacielos que es el Empire State, situado en la intersección de la Quinta Avenida y West 34th Street. En él se han rodado varias películas de cine como por ejemplo la película romántica "Algo para Recordar". Allí comimos en un magnífico restaurante donde nos sirvieron una hamburguesa de doble piso que estaba riquísima..
Para finalizar el día nos fuimos a Central Park para pasar la tarde libre y relajados, allí va la gente con su mascotas para pasear, otros hacen deporte y otros juegan con su hijos.
Al día siguiente decimos ir a ver el resto de monumentos pero desgraciadamente mi compañero se levantó con unas décimas de fiebre y decidimos no salir a la calle, pero aprovechamos par ver películas rodadas en New York y nos lo pasamos bastante bien.
El tercer día mi compañero estaba recuperado y por fin pudimos visitar el Museo Metropolitano del arte y el Times Square que es un lugar lleno de teatros, auditorios, hoteles y restaurantes de lujo. Además está muy iluminado y con pantallas gigantes donde no paran de salir publicidad.
El Museo cuenta con más de dos millones de obras de todo el mundo por lo que es imposible visitarlo en un sólo día. Allí vimos obras de Picasso y Velázquez entre otros artistas españoles pero también hay pintura y escultura estadounidense, arte africano, arte islámico, arte egipcio y una gran variedad que se necesitaría una semana al menos para poder terminar de verlo.
El último día nos sirvió para preparar las maletas y volver a coger un vuelo en el aeropuerto internacional John F. Kennedy con destino a nuestro país, España.
